Jaime Gonzalez Montaño, Gerente de Coosalud EPS, Columnista invitado de la Revista Semana.

La óptica con que se miran las cosas está sometida al contexto y a la percepción individual. Esto es lo que sucede con las percepciones actuales del sistema de salud.

Hace algunas semanas, el debate mundial estuvo entorno a la publicación de una espontánea foto sobre un vestido que aparentemente cambiaba de color. La célebre publicación Buzzfeed realizó una encuesta con una numerosa participación para definir los tonos de la prenda, y aunque un 72 % de los encuestados la veían blanco con dorado, lo cierto es que el vestido original era azul con negro.

Tal fue la atención mediática, que expertos científicos se involucraron en el tema y revisaron el fenómeno. Las explicaciones médicas llevaron a la conclusión que el color no existe, sino que está en el cerebro, y lo que se ve, puede cambiar dependiendo de la fuente de luz. La óptica con que se miran las cosas está sometida al contexto y a la percepción individual. Así como en el vestido, las longitudes de onda nos ofrecen contrastes definidos y el cerebro toma el atajo que encuentra a la mano.

Esto es lo que sucede con las percepciones actuales del sistema de salud, el cerebro está tomando el atajo que tiene mayor exposición, y en su incapacidad de comprender algo que no conoce a profundidad, lo más fácil es poder concebirlo desde la perspectiva más común o la más sonada.

Lea aquí la columna completa.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *